jueves, 6 de agosto de 2015

La mujer de la lluvia - Quechua

LA MUJER DE LA LLUVIA

Hace mucho, mucho tiempo, en una tribu muy pequeña de América, había una familia de indios. La mamá se llamaba Sami y el papá Unay. 
Sami estaba embarazada, pero cuando la bebe estaba a punto de nacer su madre se puso mal y su esposo fue buscar ayuda. Al salir encontró una hermosa flor que había nacido de la lluvia .
Esa flor no existía y nadie la había visto antes. Unay se la llevó a su esposa y ella la comió y le hizo bien .
Cuando la nena nació era muy hermosa y le llamaron Killari . A Killari le gustaba cantar pero cada vez que lo hacia, llovía, y ella no sabia que tenía el poder de hacer llover. 
Un día cuando salió a pasear encontró a un chico lindo y se enamoró de inmediato de él, eso era amor a primera vista. El chico le preguntó su nombre y ella respondió: – Me llamo Killari ¿Cómo te llamas?
El chico respondió: – Me llamo Sayan .
La chica dijo: – Me encanta la música, esperá que te canto una canción.
El chico dijo: –A mi también me encanta la música.
La chica le cantó y empezó a llover y las plantas empezaron a crecer.
El joven quedó encantado con la hermosa canción. Cuando ella terminó de cantar, dejó de llover, salió el sol y un hermoso arco iris.
Un día los padres le dijeron a su hija que ella tenía el poder de la lluvia y que cuando cantaba hacía llover, la hija se sorprendió y se dio cuenta que podía usar ese poder para ayudar a las diferentes tribus. 
Cada vez que alguna aldea sufriera sequía y estuvieran pasando hambre por la falta de alimentos, la joven dama podría cantar con muchas ganas para así con la lluvia que hacía caer su canto, las cosechas serían buenas y el hambre pasaría.
Muchas veces Killari fue llamada para poder ayudar y ella encantada accedió. De a poco su tribu y las vecinas empezaron a adorarla y a verla como a una diosa.
Una mañana la india enfermó gravemente y no pudieron salvarla. Cuando murió su alma se desprendió de su cuerpo y en forma de nube viajó al cielo donde se quedó. Desde ese mismo día nunca mas las tribus pasaron sequías y siempre se escuchaba una dulce voz que cantaba mientras llovía.


Trabajo de: Jheiber , Madison y Belen|