EL SOL QUECHUA
Hace mucho
tiempo atrás existía una tribu que creía en un dios que se llamaba el dios del
sol. Él vivía en lo alto de la Cordillera de los Andes hasta que un día un
integrante de la tribu se burló de los poderes sobrenaturales de un hechicero.
El hechicero se enojó e hizo que de un hechizo todo el pueblo esté oscuro y muy tranquilo:-¡Que nunca salga el sol! dijo el hechicero.
El hechicero se enojó e hizo que de un hechizo todo el pueblo esté oscuro y muy tranquilo:-¡Que nunca salga el sol! dijo el hechicero.
Pasaron
días, semanas y meses hasta que una vez un joven entrenado, salió de su casa, y fue muy enojado a ver al dios del sol. Tocó la puerta y le preguntó qué hacer para que vuelva el sol
El Dios del sol dijo:-Bueno, voy a ver
que puedes hacer... Bien, mañana pelearas contra un león enorme.
Al día siguiente, ya en medio de la pelea, estuvieron peleándose hasta que el león lo quiso atrapar con sus garras y le rozó el hombro. Por suerte el guerrero ganó la lucha, pero de repente el hechicero le clavó una espada en la espalda y el
guerrero se dio la vuelta y le clavó su espada en el corazón.
El hechicero murió, igual que el guerrero.
El Dios del Sol se enteró que el guerrero había muerto, pero también había ganado.
El Dios del Sol cumplió su promesa y volvió el sol a su lugar.
El hechicero murió, igual que el guerrero.
El Dios del Sol se enteró que el guerrero había muerto, pero también había ganado.
El Dios del Sol cumplió su promesa y volvió el sol a su lugar.
La tribu
hizo una estatua en honor al gran guerrero que sacrificó su vida por su tribu.
El integrante que se había burlado del hechicero había sentido demasiada culpa, y se había ido a acostar a la cama.
Al dia siguiente, sus vecinos de la tribu lo fueron a visitar y lo vieron todo de piedra acostado, debido a la gran culpa que había sentido el integrante de la tribu.
Pero después todo volvia al normalidad.
El integrante que se había burlado del hechicero había sentido demasiada culpa, y se había ido a acostar a la cama.
Al dia siguiente, sus vecinos de la tribu lo fueron a visitar y lo vieron todo de piedra acostado, debido a la gran culpa que había sentido el integrante de la tribu.
Pero después todo volvia al normalidad.
FIN
Autores: Bruno, Jhosselin, Isaias
Autores: Bruno, Jhosselin, Isaias